Curso
El Alberche, cuyo nombre podría provenir del vocablo árabe al-birka, que significa «estanque», presenta un fuerte estiaje, característica común a todos los ríos que nacen de la vertiente meridional del Sistema Central. En el plano geológico, sirve de frontera entre las sierras de Gredos y de Guadarrama.
Este río posee un recorrido singular, en forma de ángulo recto invertido, como consecuencia del codo de captura provocado por el río Perales, que le tributa dentro del municipio madrileño de Aldea del Fresno. Desde su nacimiento hasta la citada localidad fluye en dirección oeste-este, para después girar bruscamente hacia el sur, rumbo que mantiene hasta su desembocadura.
Curso alto
Su manantial se encuentra a 1700 m de altitud, en el paraje conocido como Fuente Alberche, situado en la loma de Cuarenta Pinos, entre las localidades de San Martín de la Vega del Alberche y La Herguijuela (Ávila). A continuación atraviesa los términos de Garganta del Villar y de Navadijos, para después adentrarse en el de Cepeda la Mora, donde comienza a encajonarse. Tras pasar por Navalsáuz, se encamina hacia el puerto del Pico, donde se quiebra hacia la izquierda. Se dirige posteriormente hacia el territorio de Hoyocasero, cuyos límites naturales son la vertiente septentrional del macizo oriental de la sierra de Gredos y lasierra de la Paramera.
En su primer tramo se nutre de numerosas gargantas, que bajan desde las montañas que rodean el valle. Cabe citar la Garganta del Iruelas, declarada Reserva Natural y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) por la Junta de Castilla y León, por sus importantes poblaciones de buitres negros, águilas, milanos y otras rapaces en peligro de extinción. Otros tributarios de su curso alto son los arroyos de la Serrota, Arenillas y Piquillo, así como el río Mora.
El Alberche discurre entre gargantas y praderías hasta llegar a Burgohondo (Ávila). Atraviesa aproximadamente siete kilómetros de este término municipal, donde forma abundantes pozas. Esta zona es muy frecuentada por piragüistas de aguas bravas, especialmente los tramos comprendidos entre Navalosa y Puente Morisco, de elevada dificultad, y Puente Nuevo y el embalse de El Burguillo, más asequibles,1 además de por bañistas, atraídos por las numerosas piscinas naturales construidas a lo largo del cauce.
Se encamina posteriormente hacia el embalse de El Burguillo, cuya cola se encuentra en el término de Navaluenga (Ávila), si bien su mayor parte se alza sobre tierras de El Barraco, en la misma provincia. Este pantano tiene una superficie de 910 hectáreas y fue construido en 1913. Tras salvar la presa, el río vuelve ser retenido en el embalse del Charco del Cura, ubicado en El Tiemblo.
Sin abandonar este municipio, el Alberche recibe las aguas del arroyo de las Tórtolas, que tiene su fuente en el cerro de Guisando. En esta área son abundantes los cotos de pesca, en especial de trucha.
Plan Integral de Recuperación y Protección del Alberche
Este Plan Integral pretende blindar el Río Alberche contra cualquier tipo de agresión.
Pretendemos que el impacto producido por el excesivo crecimiento en unos casos y la despoblación en otros, de los Municipios de la cuenca, se minimice estableciendo unos criterios medioambientales sostenibles.
Sobra decir que el río Alberche es de vital importancia para la supervivencia de los municipios del valle. Por ello es nuestro deber implicar a los municipios de la cuenca en un proyecto común para conseguir que se declare la cabecera del Alberche como “Parque Natural”.
Este plan no solo recoge medidas de protección, también contiene una serie de iniciativas destinadas al aprovechamiento turístico sostenible del río y su entorno natural, con el objetivo de que dicho aprovechamiento revierta en la consecución de los medios necesarios para proteger este vital recurso.
Entre otras medidas estas son las más importantes:
Clausura de vertederos y eliminación de vertidos que afecten al río.
Construcción de depuradoras en toda la cuenca del Alberche.,
Detección de captaciones ilegales de agua.
Endurecer la normativa urbanística en la zona de policía, evitando las construcciones que invadan los márgenes del río.. etc.
Eliminación de barreras artificiales y fomento de la repoblación piscícola.
El cuanto al aprovechamiento sostenible del río, ya únicamente la catalogación como parque Nacional tendría un impacto considerable en el atractivo turístico de la zona, añadiendo a esta consideración el actual L.I.C y la existencia de una Z.E.P.A reuniríamos una serie de reclamos muy atractivos a la hora de fomentar un turismo basado en el medio natural.
Si unimos a estas ventajas un enfoque educativo y lúcido implicándonos en mantener cursos continuos sobre educación ambiental en contacto con la naturaleza destinados a todo tipo de instituciones y colectivos educativos, podemos atraer durante todo el años un flujo constante de visitantes y turistas.
Pero esto es impensable si no va unido a una serie de actuaciones Municipales destinadas a situarnos con dignidad en dicho entorno.
Para ello crearemos en la zona de la chopera un Centro de gestión y Formación sobre la naturaleza denominado Nava del Alberche.
NAVA DEL ALBERCHE
Este centro contara con los siguientes servicios:
Aula de la Naturaleza: destinada a impartir cursos de protección ambiental y de gestión sostenible de los recursos naturales.
Servicio de limpieza, vigilancia y mantenimiento. Patrulla Verde, coordinada con la Guardia Civil, el SEPRONA y los servicios de Protección Civil.
Oficina de información turística, con servicio de guías. Rutas de senderismo y tracking, alquiler de bicicletas, piraguas y otros elementos para la práctica de deportes relacionados con la Naturaleza, coordinando su labor con las empresas privadas que se dediquen a actividades similares.
PARQUE DEL RIO Y PASEOS
Es esencial mantener un servicio efectivo y continuo de Limpieza de la ribera del Alberche.
Acondicionar y ampliar las zonas de baño y recreo, dotarlas con duchas, servicios, zonas recreativas infantiles, merenderos, estas medidas nos ayudaran a crear puestos de trabajo y a mantener el río en condiciones adecuadas.
Construir paseos a lo largo de las riberas debidamente acondicionados e iluminados, integrados en el paisaje, procurando producir el menor impacto posible.
Proceder a una tala controlada de arboles deteriorados o que supongan un factor de riesgo evidente, repoblando la ribera con especies autóctonas.
